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Comunicado del Frente Unido de Organizaciones de Protección y Liberación Animal del estado de Nuevo León, México


Legisladores asesinan la nueva ley de protección animal, traicionan confianza de ciudadanos y el proceso de “Tu palabra es la ley”


Se aviva el legítimo espíritu ciudadano para lograr un Nuevo León un mejor trato a animales, pese a la obstaculización gubernamental

El día lunes 28 de noviembre de 2011, todas las organizaciones y ciudadanos que conforman y apoyan al Frente Unido para la Protección y Liberación Animal en Nuevo León nos encontramos tremendamente conmocionados, desilusionados y en desacuerdo total con lo sucedido en el Congreso del Estado, con un procedimiento mediante el cual los legisladores de casi todos los partidos dieron carpetazo a una iniciativa de ley muy trabajada, meditada y construida en un largo proceso de consulta pública y con el apoyo y gran esfuerzo por parte de las organizaciones de la sociedad civil.

Aunque en la tribuna todos los legisladores que hicieron uso de la palabra alabaron esta iniciativa, la más votada en el proceso instituido por el PRI denominado "Tu Palabra es la Ley”, finalmente, carentes de todo valor cívico, jugaron a dejar que los números de la lánguida votación pusieran una lápida sobre el proyecto de casi dos años de trabajo, el demandado por miles de personas en el estado.

La iniciativa de ley que el día lunes se enterró, serviría para resolver problemas urgentes como el de más de millón y medio de perros y gatos deambulando sin control en las calles causantes de problemas de salud, seguridad y medio ambiente;  más de 50 mil asesinatos anuales en los antirrábicos, pagados por nuestros impuestos; más 7 millones de pesos malgastados en NO resolver la problemática de sobrepoblación canina y felina.

La nueva ley atendía problemas de maltrato a los animales de abasto, los usados en espectáculos, los utilizados en la docencia y la investigación, animales silvestres en cautiverio y animales de carga, como los cientos de caballos que vemos a diario trabajar en la ciudad sufrientes en un 90% de desnutrición, lesiones, laceraciones y vejaciones de todo tipo.

La forma de conducirse de los legisladores tiene una relevante significado, pues refleja su desconexión y desinterés en los asuntos que importan a la sociedad, demuestran no estar al tanto de que deben conducirse como representantes de los intereses ciudadanos y no de sus propias conveniencias políticas o las de aquellos que lucran con el dolor y la explotación. Toda su traición se devela cuando en lugar de hacer su trabajo, en lugar de ayudar a resolver las grandes problemáticas que hoy aquejan a la población que les dio un mandato, montan puestas en escena de meses, en las que finalmente cae el telón, para mostrar cínicamente el daño que hacen a la sociedad a la que deberían estar ayudando.

Los legisladores cancelaron a los ciudadanos del estado la oportunidad de contar con una Ley de Protección Animal efectiva que ayudaría a través de un nuevo marco legal a concretar la visión a mediano y largo plazo de una convivencia respetuosa y dignificante con los animales, una tenencia responsable, la corresponsabilidad de la sociedad en su conjunto para resolver problemas de salud pública y de conciencia colectiva. Problemas todos ellos relacionados con la violencia que hoy vivimos y que comienza por los más vulnerables, los que no tienen posibilidad de alegar en su defensa ante nuestros históricos abusos.

A pesar de todo ello, aún y cuando este revés es un muy fuerte golpe al arduo trabajo que han venido desarrollando por muchos años -muchos antes de que nuestros pasivos legisladores ocuparan su curul- las organizaciones de la sociedad civil y personas defensoras de animales, sus objetivos, trabajo desinteresado y lucha no se verán afectados sino más bien fortalecidos ante esta situación.

De inmediato la sociedad consciente ha levantado la voz y se ha indignado, diciendo que pasará la factura del hecho, que promete estar más despierta y que piensa comprometerse mayormente con el tema.

A pesar de nuestros legisladores y autoridades estatales, seguiremos luchando ya que creemos firmemente en que la sociedad civil conjunta no puede ser obstaculizada por unos cuantos y que los cambios de conducta y de visión enarbolados en la iniciativa de ley de protección animal por los cuales luchamos se pueden lograr con nuestros esfuerzo, dedicación y el franco y decidido apoyo de los ciudadanos de nuestro estado que verdaderamente buscan cambiar el estatus quo, mejorar su entorno y el futuro de las generaciones por venir.

Nos negamos a aceptar el continuismo, la ley del menor esfuerzo y la apatía social. Las organizaciones civiles que promueven la protección y liberación animal hacemos una invitación a que la iniciativa de ley que fue sacrificada, sea retomada, mejorada y respetada por la población como si fuese la ley vigente, como una muestra más de que esta sociedad se desenvuelve, desde tiempo atrás, en un nivel muy superior al de sus gobernantes y legisladores.

Estamos seguros de que podemos lograr un estado sin matanza de animales, sin caballos vejados por las calles, sin animales maltratados, sin animales torturados para el entretenimiento o la enseñanza, sin tantos problemas para nuestra salud, seguridad y medio ambiente.

Sobre todo estamos seguros de que Nuevo León es un estado que está creciendo aceleradamente en su conciencia ética y su sentido de responsabilidad social.

Invitamos por este medio a todos los ciudadanos interesados a sumarse a la causa, a revelarse ante aquellas actitudes y posturas que insisten convencernos que no se puede llegar más lejos,  de que no podemos cambiar las cosas, las que fomentan el continuismo. El futuro del estado está en nuestras manos y no en las de los gobernantes.

Logremos los cambios estructurales y de actitud y compromiso social que necesitamos A PESAR DE NUESTROS LEGISLADORES, en quienes dejamos de creer definitivamente.


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