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El Estado colombiano llevó a cabo miles de ejecuciones extrajudiciales sistemáticas de civiles entre 2002 y 2008, revela informe de HRW

  • Generales y coroneles conocían, planificaron, ordenaron o facilitaron el asesinato de miles de jóvenes colombianos, revela organización de derechos humanos
  • 180 batallones y otras unidades tácticas del Ejército presuntamente participaron en los crímenes de lesa humanidad 
  • Llaman en el país latinoamericano "falso positivo" a las y los civiles fusilados de manera generalizada, vestidos de guerrilleros y presentados como miles de bajas de la guerrilla para decir que se estaba ganando una guerra



27 de junio de 2015
Redacción

Amplias evidencias, hasta ahora inéditas, implican a numerosos generales y coroneles del Ejército colombiano en ejecuciones extrajudiciales generalizadas y sistemáticas de civiles ocurridas entre 2002 y 2008, reveló Human Rights Watch en un informe difundido el pasado 24 de junio de 2015.

El documento titulado “El rol de los altos mandos en falsos positivos: Evidencias de responsabilidad de generales y coroneles del Ejército colombiano por ejecuciones de civiles”, presenta evidencias, explica la organización de derechos humanos, que sugieren de manera convincente que numerosos generales y coroneles sabían o deberían haber sabido sobre los casos de “falsos positivos”, e incluso podrían haberlos ordenado o facilitado activamente su comisión.



La Fiscalía General de la Nación de Colombia investiga al menos 3 mil de casos en los cuales tropas del Ejército, presionadas para incrementar el número de bajas en la guerra contra grupos guerrilleros, asesinaron a civiles e informaron que se trataba de muertes en combate, indicó Human Rights Watch. Aunque cientos de soldados de los rangos más bajos han sido condenados, militares de rango mayor se mantienen en la impunidad.

José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la división de las Américas de Human Rights Watch, indicó la gravedad de este crimen en Colombia:
“Los falsos positivos representan uno de los episodios más nefastos de atrocidades masivas en el hemisferio occidental de los últimos años, y hay cada vez más evidencias de que altos oficiales del Ejército serían responsables de estos hechos atroces”. 
Pero Vivanco advierte elementos de impunidad y promoción de los presuntos criminales:
"No obstante, los oficiales del Ejército que estaban al mando cuando sucedieron las ejecuciones han conseguido eludir la acción de la justicia e incluso han ascendido a los niveles más altos del mando militar, incluidos los actuales comandantes del Ejército Nacional y de las Fuerzas Militares”.
Foto: La radio del sur.



Para la realización del informe, Human Rights Watch analizó datos de la Fiscalía General de la Nación que eran inéditos hasta ahora; expedientes penales; testimonios de testigos, en gran parte hasta hoy no publicados; grabaciones de conversaciones mantenidas por el Teniente Coronel (r) Robinson González del Río, las cuales fueron ordenadas judicialmente y efectuadas por autoridades judiciales tras su detención por "falsos positivos"; así como entrevistas con fiscales, testigos, familiares de víctimas y sus abogados, entre otras fuentes.

El  contenido del documento está dividido en tres grandes temas: I. Responsabilidad de mando por falsos positivos; II. Perfiles de brigadas y comandantes específicos implicados en falsos positivos; III. Obstáculos a la rendición de cuentas

"El poder en Colombia está ligado al narcotráfico, así de simple"

Esa fue la contundente frase de Gustavo Petro Urrego durante su participación en el Foro de Descriminalización del Consumo de Droga.

Al referirse a los crímenes de lesa humanidad, el alcalde Mayor de Bogotá reflexionó sobre el papel de Álvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia de 2002 a 2010 y actualmente Senador de la República en el periodo 2014-2018.
"Cuando un presidente de Colombia, que ya no es presidente sino Senador, recibe a las mamás después de mucho tiempo, de los muchachos que fueron asesinados para ser vestidos de guerrilleros y presentados como éxito en la guerra, sale después a decir: 'ah, es que las mamás le dijeron -dice el expresidente- que es que esos muchachos eran delincuentes'. Esa es su excusa, es decir, subliminalmente el Poder estaba diciendo: 'si los matan no importan porque eran delincuentes'. Es decir, la delincuencia es un grupo de anormales, sobre el cual puede suceder tal tipo de violaciones de derechos que incluye el derecho... o la ausencia del derecho a la vida. 
"El Estado, el Poder, permitió que miles de muchachos con engaños fueron sacados de sus barrios populares (...) llevados a otros lugares del país, fusilados sistemáticamente, vestidos de guerrilleros y presentados como miles de bajas de la guerrilla para decir que se estaba ganando una guerra y que estábamos entonces ante el éxito de la seguridad que llaman democrática. 
"¿Democrática? Con un delito de lesa humanidad como el asesinato sistemático por parte de funcionarios del Estado, es decir del Poder, de miles de jóvenes. En cualquier sociedad decente (esa palabra la pongo entre comillas), es decir, donde la política se hubiera construido con valores democráticos, ese ex presidente debería estar preso". 

Contexto

En 2012, Colombia promulgó el Marco Jurídico para la Paz, una reforma constitucional que posibilita la impunidad de atrocidades cometidas por guerrillas, paramilitares y militares en caso de que se alcance un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La reforma habilita al Congreso a limitar el juzgamiento de atrocidades solo a quienes se identifiquen como sus “máximos responsables” y ofrecer inmunidad legal a todos los demás implicados; eximir a crímenes de guerra de la posibilidad de investigación penal cuando no se determine que hayan sido sistemáticos; y aplicar “penas alternativas” a todos los condenados, incluyendo a los máximos responsables.

A continuación te compartimos el informe completo:


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